Para que su regreso al campo sea competitivo, la Unidad de Restitución de Tierras (URT), apoya a los beneficiarios de la política con un proyecto productivo y asesoría técnica.
Pasto, 11 de febrero de 2019 (@URestitucion). En la vereda el Cerotal, de Pasto, campesinos afectados por la violencia construyen un futuro de esperanza con diversas actividades agrícolas en sus tierras restituidas. Alfredo Villota, campesino nariñense de 64 años de edad, es uno de ellos.
Después de haber vivido momentos difíciles, se animó a reclamar la parcela que perdió y volvió a ella. Actualmente, cultiva papa, sostiene a su familia y genera empleo; se ha convertido en un empresario del campo en compañía de Amelia del Carmen Tumbaco, una mujer emprendedora que lucha por sacar adelante el emprendimiento familiar.
“Comenzamos a trabajar antes del amanecer. Yo me encargo de atender el cultivo de papa, mientras que Amelia selecciona los productos para que los trabajadores los lleven hasta la zona urbana del Cerotal, donde son comercializados. 500 bultos de papa he podido recoger y estoy bastante agradecido con este programa, porque además compré unas vaquitas que hacen parte de nuestro sustento”, afirmó Alfredo.
Según el Director General de la URT, Andrés Castro Forero, con los proyectos productivos se busca que los beneficiarios de restitución puedan mejorar sus condiciones de vida con su trabajo.
“Estos planes permiten desarrollar ideas asociativas y fortalecer la comercialización de lo producido en las parcelas. Y el objetivo está siendo cumplido: Alfredo se ha encargado de transformar su predio en una empresa”, aseguró el director Castro.
En El Cerotal, más de mil personas están trabajando en 500 hectáreas de tierra, que les fueron entregadas por los jueces a través de sentencias de restitución.